jueves, 29 de noviembre de 2012

La Igualdad y Desigualdad


La igualdad está en nuestros espíritus, en la meta hacia la que nos encaminamos, en las enseñanzas que compartimos, en los espacios en los que trabajamos y tantas cosas más. Confiamos en que estas igualdades esenciales que nos ayudan a favorecer la sana convivencia y puedan limar las asperezas que surgen de las naturales diferencias, que no se pueden obviar ni ocultar. 

¿Es que somos desiguales en algo? Sí, en muchas cosas, somos desiguales en sexos, en edades, en educación, en factores de desarrollo, en gustos, en la forma de expresarnos, en ritmos de trabajo, etc, lo cual nos indica que las diferencias de cada una de las personas no se tienen que tomar como ofensas si no se pueden establecer similitudes por el sólo hecho de imponerlas. 

Sabemos que estas diferencias no afectan al espíritu esencial, pero sí lo hacen con la personalidad, por desgracia solemos trabajar mucho más con la personalidad que con el espíritu, es decir, con las diferencias y no con las igualdades. 

Hay que saber que, ya sean valores esenciales, valores humanos, etc, somos diferentes y eso lleva a que por mas diferentes que sean las personas merecen una atención, una comprensión, para poder llegar por fin a un respeto.

Escrito por: Augusto Predolini.

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